No pudo evitar revivir ese verano que pasó a su lado. La que estaba castigada era ella, pero Cristina aguantó los tres meses cerca de su amiga. Ella era quien ponía su hombro, mientras Lucía sufría por la indiferencia de Juan Carlos. También vino a su cabeza la noche de Pachá, en su reencuentro con Juan Carlos. Ellos solo querían hablar pero Cristina no estaba dispuesta a que Lucia volviera a sufrir, así que hizo lo que se supone que una buena amiga tendría que hacer; separarlos e intentar evitar que Lucia pensara en el, pero no lo había conseguido del todo, ya que luchaba contra todo para volver a verle, volver a besarle. Quería comprobar que pasaría si empezaran desde cero. Juan Carlos nunca respondía ni a las llamadas de Lucia, ni a los mensajes… pero el destino quiso volver a juntarles.
– Vaya rollo, se me caduca el DNI en unos días. Iré a la comisaria que hay en la calle Luna. Es una comisaría muy pequeña y ahí no hay casi gente.
– ¿Quieres que te acompañe?
– No, déjalo. Tú vete a clase y luego me das los apuntes. Gracias Leo.
Se fue pronto, no quería tardar mucho. Cogió el autobús y en media hora estaba en el centro. Tal y como había previsto, no había mucha gente y no tardó mucho en hacer la gestión. Pensó que esa mañana se la tomaría libre, además Leo le iba a dejar los apuntes para que los fotocopiara. Iba pensando en lo que iba a desayunar. Aún le quedaba algo de dinero en el monedero. Le habían dado la paga el viernes, pero no había gastado mucho el fin de semana. Mientras bajaba las escaleras de la comisaría miró el móvil por si tenía algún mensaje o llamada perdida, pero se encontró el móvil descargado, completamente sin batería. Se le había olvidado cargarlo la noche anterior.
Al salir por la puerta, giró a la izquierda para salir a la calle principal. Su objetivo era ir de tiendas. No quería comprar nada, pero le encantaba fijarse un objetivo por el cual ahorrar.
– ¡Lucia! ¡Lucia!
– No me lo puedo creer, ¿Qué haces por aquí?
– Eso digo yo. Vivo a la vuelta ¿Ya no te acuerdas?
– No, solo vine una vez a tu casa y no recordaba que fuera por aquí. Pues nada, que he venido a renovar el DNI.
– ¿Dónde vas?
– Pues a desayunar y a dar una vuelta ¿y tú?
– Pues a trabajar
– Bueno, pues me alegro un montón de volver a verte. Ya veo que te va bien.
– No me puedo quejar. Si quieres dame tu teléfono y quedamos algún día.
– Es el mismo que tenía, pero te lo apunto si quieres.
Lucia sacó un papel del bolso y apuntó los nueve dígitos de su teléfono móvil. Sabía que Juan Carlos no la llamaría, aún así guardó esa pequeña esperanza. Sentía que podía ser esa oportunidad que no se dieron en su momento. Como muy bien imaginaba Lucia, esa llamada nunca llegó, ni un mensaje, ni nada… Otro carpetazo más a su historia con Juan Carlos. Pensó que él no era el indicado, así que intentó pasar página y volver a su vida. Leo, David, Juan Carlos incluso Álvaro, seguían dando vueltas en su cabeza, pero Juan Carlos era quien ocupaba su corazón. Los demás servían de parches que camuflaban cualquier recuerdo de esa pasada relación. Pero ahora estaba Leo y ella se sentía muy bien a su lado. Después de la intensa mañana que había vivido, con el que fue su primer amor decidió llamar a Leo. Tenía que contarle tantas cosas. Desde que lo había dejado con David no lo había vuelto a ver. Solo hablaban por teléfono, pero ella quería verle. Además pronto llegarían los exámenes y antes quería concretar como iban a ser las vacaciones de las cuales tantas veces habían hablado. Leo traía malas noticias. No podían irse vacaciones. Sus padres le habían dicho que este tenía que ponerse a trabajar, que las cosas en casa no andaban muy bien y que tenía que aportar algo.
– Bueno, no te preocupes. Aunque sea cuando tengamos libre nos vamos unos días a Torremolinos. Yo solo trabajo los fines de semana
– Va a estar complicado, pero gracias por entenderlo.
– No hay nada que entender. Las cosas son así. Ya tendremos tiempo para irnos de vacaciones en otro momento.
Lucia y Leo se fundieron en un tierno abrazo. Ahora tenían que cambiar los planes, al menos pasarían el verano juntos. Lucia lo estaba deseando.